Últimamente se oye
hablar mucho de la palabra neuro algo; neuromarketing, neuro ventas, neuro lo
que sea. Las preguntas son: ¿Es este asunto real? ¿Tiene un sustento? ¿Es otra estrategia de mercadeo para
vender? Poco puedo decir sobre varias
de ellas, pero asumo que tienen relación con teorías relativas a la
comunicación como la sociología, psicología, semiótica o lingüística, y quizá
algo de neurociencia cognitiva. ¿Ve tu a saber?
Ahora en relación a
neuromarketing, ya hemos incursionado en el campo y creo que es importante para
los "marketeros" conocer más sobre ello, entenderlo y diferenciar qué
se puede y qué no.
Para entender mejor
el asunto, debemos tener un contexto, y en éste caso es la neurociencia. La neurociencia estudia el sistema nervioso
y el cómo sus distintos elementos interactúan para determinar la conducta. Esto implica el estudio del cerebro humano,
sus redes neuronales, las operaciones de neurotransmisión y otro montón de
procesos muy complejos.
En teoría, a través
de la neurociencia se han descubierto asociaciones existentes entre la
actividad de ciertas redes neuronales ubicadas en lugares específicos del
cerebro humano y una cantidad de reacciones o "emociones". Por ejemplo, la actividad en cierta área del
cerebro ante un estimulo puede significar que la persona disfruta algo, aunque
no lo exprese verbalmente.
Pero, ¿cómo
identifica la neurociencia ésta actividad a nivel de las redes neuronales? A través de una diversidad de equipos tecnológicos
como encefalografos, resonancia magnética, magnetoencefalografía, o tomografía
de emisión de positrones, entre otros.
La mayoría de equipos muy costosos y con poca factibilidad de uso para
efectos de evaluaciones mercadológicas.
Sin embargo, con el
tiempo se han desarrollando tecnologías más accesibles (y menos invasivas), que
de alguna manera han facilitado que se incursione experimentalmente en el área
de la neurociencia para causas más triviales, como lo son el mercadeo de
productos.
Posiblemente la
herramienta más utilizada en el neuromarketing en la actualidad sea el
encefalografo, aunque también se utilizan otros aditamentos que no son
precisamente neurocientíficos, pero que se utilizan para medir respuestas a
nivel fisiológico, y usualmente forman parte del conjunto de herramientas de
investigación en los estudios de neuromarketing, estos son el eye tracking, el
galvanómetro y el reconocimiento facial, entre otros.
Entonces, ¿en qué
consiste el neuromarketing?
A mí me gusta mucho
la definición que da Kevin Randall, ejecutivo en una empresa que brinda estos
servicios en USA y que define el neuromarketing como "la práctica de usar
tecnología para medir la actividad cerebral en los consumidores, para utilizar
esa información en el desarrollo de productos y comunicaciones”. Me gusta la definición porque no sobre
promete y porque no desestima las metodologías de investigación tradicionales.
El neuromarketing
utiliza metodologías de investigación de la neurociencia en el desarrollo de
estudios de mercado. Para ello, utiliza tecnología
que mide la actividad cerebral, e identifica la actividad de redes neuronales
en diferentes ubicaciones, ante cierto estímulo (por ej. un comercial de radio
o TV).
El encefalografo
mide la actividad neuronal superficial, y logra identificar cuáles ubicaciones
neuronales se activaron en los sujetos evaluados como reacción a un estimulo,
y se asocia dicha actividad para identificar
niveles de atención, disfrute, emoción/excitación y memoria. De este modo se pueden tomar decisiones con
base en las reacciones promedio de un grupo evaluado.
Debemos considerar que
las metodologías de neuromarketing son, en éste momento, complementarias a la
investigación tradicional y no se aconseja su uso por sí solas. Se debe tener una verbalización de la
información con el objetivo de comparar y validar resultados y afinar la
interpretación.
Debe admitirse que
el neuromarketing tiene sus detractores, algunos que son simplemente escépticos
a las nuevas metodologías, ya sea porque no hay una clara definición de
estándares, o que los resultados, interpretativos, pueden variar de agencia a
agencia; y otros dentro del área de las ciencias, que señalan que para
considerarse "científico" debe pasarse un proceso de revisión de
parte de dicha comunidad, pero las características de confidencialidad de los
estudios no hacen posible esto. Y están
aquellos que piensan que el neuromarketing "todavía" no es una
herramienta útil porque "creen que las técnicas de neuroimagen disponibles,
aún no tienen suficiente resolución espacial y temporal como para dar
información precisa sobre qué pasa realmente en el cerebro. Y tampoco se sabe
lo bastante para interpretar los resultados objetivamente". Pero indican también que "es cuestión
de tiempo".
Definitivamente está
en una etapa temprana, es experimental, y
aún se aprende, en su uso y en su interpretación. Pero sin duda es una innovación en investigación de mercados, es un área en la
que se avanzará y aprenderá según se progrese también en el desarrollo de herramientas
tecnológicas, y cuenta con una base científica sólida y resultados positivos. Entonces, debemos "montarnos en la
ola", como ya lo venimos haciendo varios en el medio. Eso sin olvidar que el neuromarketing, al
menos hasta hoy, es complementario a las técnicas tradicionales, y que no
debemos exagerar o sobrevender lo que podemos obtener del mismo en el momento
actual, además, el comportamiento del consumidor tiene mucho que ver con la
psicología de las emociones y de la toma de decisiones, y esto no es algo nuevo
para los investigadores, pues hemos venido desarrollando diversidad de metodologías
para identificar los detonadores emocionales que activan una decisión de compra
desde hace tiempo, exitosamente.