jueves, 19 de junio de 2014

La Generación Distraída

Hace poco leí una entrevista a Arnold Schwarzenegger sobre ¿Cómo había logrado tanto éxito en todo lo que se propuso?  Campeón mundial, actor, político y gobernador de California.  Su respuesta: Su capacidad para focalizarse, concentrarse en sus objetivos y evitar distracciones.   

El famoso autor y orador Tony Robbins dice al respecto: "La mayor pérdida de tu tiempo es la pérdida de tus pensamientos, de tu foco mental y de tus emociones en cosas que no puedes controlar”.

Irónicamente vivimos una época en la cual las distracciones se han multiplicado exponencialmente, de la televisión y los diarios a video juegos, computadoras, internet, redes sociales, teléfonos inteligentes, etc.   Y la realidad es que la mayoría del tiempo brindado a estas actividades no es inversión, sino gasto, donde el costo de oportunidad es alto.   No digo que parte del tiempo se utilice en cosas importantes, pero es lo menos.  El hecho, es que hay una minoría de personas focalizada en utilizar estas tecnologías para entretener a la mayoría, y en el proceso, hacer dinero. 

Y como guinda, el mundial de fútbol.    No digo que no sea bonito disfrutar de un buen partido de fútbol, pero de eso a que el mundo pare, y la actividad productiva se afecte, me parece un poco exagerado, ¿no?

Tampoco estoy en contra de la tecnología, todo lo contrario, es esencial en mi profesión, y genera productividad y facilita el trabajo; pero francamente, la mayoría la usa solo para entretenerse o para "distraerse".   Y bueno, está bien, siempre y cuando por hacerlo no dejes de lado algo más importante para tu vida, tus negocios o tu trabajo.

Durante años he observado un comportamiento similar en algunos departamentos de mercadeo que parecen "desconectarse" de sus marcas y consumidores durante ciertas épocas del año, generalmente asociadas a festividades o eventos, como el mundial.   Generalmente dichas actividades son precedidas de un intenso trabajo de preparación, ya sean promociones, campañas publicitarias, actividades BTL, etc. Pero luego, durante su ejecución, hay poco seguimiento a su impacto, a la efectividad real lograda o a la percepción que se está generando con las mismas entre los consumidores.   Usualmente regresan de esa fase de "distracción", semanas después de terminada la festividad o el evento.  Medir resultados entonces, es tardío, y no todo es volumen... ¿Agregamos valor a las marcas? ¿Generamos impacto? ¿Cómo mejoramos?


El flujo de información sobre consumidores y clientes, sus experiencias, percepciones y reacciones ante nuestros esfuerzos de mercadeo y los de la competencia, no debería tomarse "recesos",  menos aún porque estamos "distraídos", pues generalmente el éxito va de la mano del que está enfocado y no se desconecta del objetivo de "estar en la jugada". 

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