viernes, 3 de mayo de 2013

¿Está quemando su presupuesto?


De nuevo, polémica internacional por publicidad inapropiada.  Uno de bebida gaseosa, catalogado por algunos como “el comercial más racista de la historia”; el otro de una marca de vehículos.  En el último un hombre intenta suicidarse con monóxido de carbono de su carro, pero resulta que es propulsado por hidrogeno, así que solo consigue un baño sauna.     Obviamente ambas empresas se disculparon intentando sacar la pata y minimizar los daños.    

Una reconocida publicista que vio el anuncio del vehículo y cuyo padre se suicido de esa manera comentó:   “Entiendo mejor que nadie la necesidad de hacer algo que llame la atención…. Lo que no entiendo es por qué un grupo de extraños me ha hecho llorar para venderme un coche”.   

Estos son casos que se repiten con frecuencia, también en nuestro país.    Ya no digamos publicidad poco efectiva y/o que francamente no se entiende.   Tengo varios años en el ambiente del mercadeo, y de repente veo publicidad sinceramente incomprensible, aún para el ojo experimentado,  y me pregunto, ¿Quién habrá aprobado esa publicidad?   o ¿Quién estará quemando su dinero de esa manera?

Creo que mucho del despilfarro es generado por arrogancia y menosprecio.    Arrogancia al tomar decisiones basadas únicamente en intuición, en creer que sabemos todo del mercado, de los consumidores, de sus necesidades y deseos, como para lanzarles una publicidad que consideramos “entretenida y chistosa o irreverente” y creemos que así comprarán nuestros productos.   

Menosprecio para las herramientas técnicas que están diseñadas precisamente para brindar la información necesaria para tomar mejores decisiones, para reducir la incertidumbre y evitar despilfarros de dinero o daño a la imagen de las marcas.    

Nos estamos olvidando del consumidor, de sus necesidades, de sus percepciones, de lo que sienten y esperan de sus marcas.  Eso, también es menosprecio, y tarde o temprano, pasa la factura.  Y es que a veces nos enamoramos tanto de “nuestra publicidad” y de nuestra capacidad de decisión, que perdemos el norte; hasta que un competidor con mayor conocimiento del mercado, nos come el pastel, simplemente siguiendo la teoría del buen mercadeo, la que está en los libros, y nos enseña de posicionamiento, de imagen de marca, de investigar y conocer al consumidor.     Pecamos de omisión. 

Pero ¿por qué esa resistencia al uso planificado de la investigación de mercados?    Parafraseando al autor Perez Carballada:  Algunas personas piensan que es aburrida y pueden tener temor a que les diga cosas que no quieren oír;  otros temen que realizar una investigación transmita a otros en la empresa que su experiencia y entendimiento de los consumidores es inadecuado, y entonces prefieren tomar decisiones sin consultar a los consumidores.  Algunos opinan que la creatividad no debe tener límites, hasta que alguna genial idea causa un gran desastre.    

Para terminar, algunos piensan que es cara, una vieja cita dice “si piensas que la educación es cara, prueba la ignorancia”.   Lo realmente caro es tomar decisiones que no generen los resultados esperados y se transformen sólo en dinero quemado.    

jueves, 17 de enero de 2013

¿Hasta cuándo justicia?


A pesar de la supuesta reducción en la cantidad de crímenes en Guatemala, vemos un aumento del nivel de salvajismo y falta de respeto total a la vida humana, aún de aquellas más inocentes, nuestros niños y niñas, pequeños inocentes que deberían contar con la seguridad de que los adultos nos ocupamos de protegerles.   
 
Los últimos hechos suscitados son un claro ejemplo del deterioro de los valores en nuestra sociedad y si no se hace algo drástico pronto, el control de la situación se irá de las manos.  ¡No hay nada peor que los asesinos de niños!
Para estos salvajes solo hay un castigo posible:   LA MUERTE.   Se debe hacer todo lo necesario para reactivar la pena de muerte en el país, y para que todo aquel que ASESINE O MANDE A ASESINAR, sea condenado a muerte, o al menos aquellos que asesinen a niños, como mínimo, pero que las penas se ejecuten.
El problema en Guatemala es la falta de cumplimiento de la ley.  Si no hay aplicación de castigo, no hay respeto a la ley, y mandarlos a la cárcel, es enviarlos a su parque de diversiones privado, pues para seres degenerados lo que es un infierno para alguien normal, es su hábitat natural para estos malvados. 
Igual, no seríamos los únicos, de los países que siguen aplicando la pena de muerte (como 25), los que más hacen uso de este castigo son Arabia Saudí, China, Estados Unidos, Irán y Yemen.  Si, Estados Unidos, el "defensor de los derechos humanos", así que, ¿quién podría juzgarnos?   ¿Países en donde los índices de violencia son mínimos y que no están viendo morir a sus hijos?
En algunos de estos países, se ejecutan entre 45 y 400 personas al año (sin contar a China donde podrían ser miles), a veces por cosas que nosotros podríamos considerar de poca monta, pero son sus leyes.   Yo no recomendaría ejecutar a una persona por un crimen menor, pero sí cuando esa persona ha asesinado a otra fríamente y aún con mayor razón si se trata de niñas o niños. 
Si Pérez Molina es Presidente hoy, es porque se esperaba "Mano Dura", ¿Donde está esa Mano Dura?  ¿Mano Dura para los contribuyentes?  ¿Mano dura para los empresarios?   ¿Mano Dura para los estudiantes?   Y no se equivoque, yo creo que con todo, usted es el mejor Presidente que hemos tenido en muchísimos años, y que con otro esto sería un circo, pero necesitamos que la Mano Dura se vea contra los que están matando nuestro futuro, los asesinos.  
Verdaderamente creo que se debe reflexionar en la necesidad urgente de implementar de nuevo ésta medida, porque no podemos permitir que nuestros niños sean víctimas inocentes de la aberración de enfermos que no sólo no merecen vivir en sociedad, sino que simplemente no merecen vivir.
Señor Presidente, señores diputados, ¿se quedarán cruzados de brazos mientras se aplastan los sueños de nuestros niños y se les arranca la vida de las formas más sórdidas?
Si lo hacen, están siendo cómplices de estos asesinos y están dejando de lado la oportunidad que Dios le dio de hacer algo por ésta nación, ¡Y les prometo que Dios los llevará a juicio por ello, y su juicio sí que será brutal contra ustedes por faltar a su deber de proteger a su pueblo!