jueves, 17 de enero de 2013

¿Hasta cuándo justicia?


A pesar de la supuesta reducción en la cantidad de crímenes en Guatemala, vemos un aumento del nivel de salvajismo y falta de respeto total a la vida humana, aún de aquellas más inocentes, nuestros niños y niñas, pequeños inocentes que deberían contar con la seguridad de que los adultos nos ocupamos de protegerles.   
 
Los últimos hechos suscitados son un claro ejemplo del deterioro de los valores en nuestra sociedad y si no se hace algo drástico pronto, el control de la situación se irá de las manos.  ¡No hay nada peor que los asesinos de niños!
Para estos salvajes solo hay un castigo posible:   LA MUERTE.   Se debe hacer todo lo necesario para reactivar la pena de muerte en el país, y para que todo aquel que ASESINE O MANDE A ASESINAR, sea condenado a muerte, o al menos aquellos que asesinen a niños, como mínimo, pero que las penas se ejecuten.
El problema en Guatemala es la falta de cumplimiento de la ley.  Si no hay aplicación de castigo, no hay respeto a la ley, y mandarlos a la cárcel, es enviarlos a su parque de diversiones privado, pues para seres degenerados lo que es un infierno para alguien normal, es su hábitat natural para estos malvados. 
Igual, no seríamos los únicos, de los países que siguen aplicando la pena de muerte (como 25), los que más hacen uso de este castigo son Arabia Saudí, China, Estados Unidos, Irán y Yemen.  Si, Estados Unidos, el "defensor de los derechos humanos", así que, ¿quién podría juzgarnos?   ¿Países en donde los índices de violencia son mínimos y que no están viendo morir a sus hijos?
En algunos de estos países, se ejecutan entre 45 y 400 personas al año (sin contar a China donde podrían ser miles), a veces por cosas que nosotros podríamos considerar de poca monta, pero son sus leyes.   Yo no recomendaría ejecutar a una persona por un crimen menor, pero sí cuando esa persona ha asesinado a otra fríamente y aún con mayor razón si se trata de niñas o niños. 
Si Pérez Molina es Presidente hoy, es porque se esperaba "Mano Dura", ¿Donde está esa Mano Dura?  ¿Mano Dura para los contribuyentes?  ¿Mano dura para los empresarios?   ¿Mano Dura para los estudiantes?   Y no se equivoque, yo creo que con todo, usted es el mejor Presidente que hemos tenido en muchísimos años, y que con otro esto sería un circo, pero necesitamos que la Mano Dura se vea contra los que están matando nuestro futuro, los asesinos.  
Verdaderamente creo que se debe reflexionar en la necesidad urgente de implementar de nuevo ésta medida, porque no podemos permitir que nuestros niños sean víctimas inocentes de la aberración de enfermos que no sólo no merecen vivir en sociedad, sino que simplemente no merecen vivir.
Señor Presidente, señores diputados, ¿se quedarán cruzados de brazos mientras se aplastan los sueños de nuestros niños y se les arranca la vida de las formas más sórdidas?
Si lo hacen, están siendo cómplices de estos asesinos y están dejando de lado la oportunidad que Dios le dio de hacer algo por ésta nación, ¡Y les prometo que Dios los llevará a juicio por ello, y su juicio sí que será brutal contra ustedes por faltar a su deber de proteger a su pueblo!