lunes, 29 de diciembre de 2014

La pausa de diciembre

Otro año termina.  Según una teoría física,  el tiempo pasa más rápido, y los días ahora son de 16 horas... ¿Difícil de entender o creer, no? Aunque la verdad, a veces sí tenemos esa sensación.

Estas fechas son lindas.  Hacen renacer en el corazón sentimientos hermosos que se originan del más valioso regalo que recibimos y celebramos, Jesucristo.  Y como con casi todo suceso extraordinario, nos ponemos "en pausa".   Una pausa que relaja, que distrae más que de costumbre.     Si esto fuera una selva (casi es), sin duda terminaríamos como cena de algún depredador, pues al distraído es al primero que se comen.

Hace poco 2 artículos llamaron mi atención.  El primero decía que uno de los principales medios para incrementar el poder de la mente es evitar distracciones.  Sí, una de las principales barreras para desarrollar nuestro potencial mental son las distracciones.  Las distracciones que nos impiden centrarnos en nuestros objetivos y analizar las variables que intervienen en la consecución de los mismos. 

El otro hacía referencia a cuán diferentes son los países de nuestra región al resto del mundo.   En particular Guatemala, donde nuestra multiculturalidad y diferencias económicas nos hacen tan diferentes en cuanto a preferencias,  percepciones, hábitos de compra y de consumo.  Es irónico que a pesar de ello muchas de las acciones de mercadeo ejecutadas sean replicas de modelos de países más desarrollados.

Mi recomendación en éstas fechas es que no se duerma en sus laureles, descanse, disfrute y celebre, pero que ello no le haga perder el enfoque en sus objetivos personales y empresariales.  Manténgase informado sobre su mercado, sus consumidores, su competencia.  ¡No espere la mitad del año para establecer la satisfacción de sus clientes!  ¡Determine la efectividad de sus acciones e inversiones de mercadeo para hacerlo mejor la próxima vez!   Aún mejor, evalúe primero sus plataformas de comunicación para asegurarse que transmiten lo que más beneficiará a sus marcas y sus consumidores.  

Infortunadamente, mi experiencia ha sido que esa pausa decembrina deja a muchos aletargados por largo tiempo, y van regresando a la realidad por allí por febrero.        

Así que disfrutemos de la celebración del nacimiento de Jesús, regalemos amor y convivencia, compartamos con nuestros seres amados, y con aquellos que están necesitando un poco de nosotros... un abrazo, una sonrisa, una comida caliente o un sencillo juguete, quizá solo una palabra de aliento.  Y agradezcamos por todo, las Bendiciones, la felicidad, los aprendizajes, aún por lo triste o desagradable, que al final  nos fortalece y nos hace más humanos.     


Pero aún en estado de "pausa", mantengamos las pilas puestas y no perdamos el enfoque en nuestras metas, y lo que necesitamos para tomar mejores decisiones.