Otro año
termina. Según una teoría física, el tiempo pasa más rápido, y los días ahora
son de 16 horas... ¿Difícil de entender o creer, no? Aunque la verdad, a veces sí
tenemos esa sensación.
Estas fechas son
lindas. Hacen renacer en el corazón
sentimientos hermosos que se originan del más valioso regalo que recibimos y
celebramos, Jesucristo. Y como con casi
todo suceso extraordinario, nos ponemos "en pausa". Una pausa que relaja, que distrae más que de
costumbre. Si esto fuera una selva
(casi es), sin duda terminaríamos como cena de algún depredador, pues al
distraído es al primero que se comen.
Hace poco 2
artículos llamaron mi atención. El primero
decía que uno de los principales medios para incrementar el poder de la mente
es evitar distracciones. Sí, una de las
principales barreras para desarrollar nuestro potencial mental son las
distracciones. Las distracciones que nos
impiden centrarnos en nuestros objetivos y analizar las variables que
intervienen en la consecución de los mismos.
El otro hacía
referencia a cuán diferentes son los países de nuestra región al resto del
mundo. En particular Guatemala, donde
nuestra multiculturalidad y diferencias económicas nos hacen tan diferentes en
cuanto a preferencias, percepciones,
hábitos de compra y de consumo. Es
irónico que a pesar de ello muchas de las acciones de mercadeo ejecutadas sean
replicas de modelos de países más desarrollados.
Mi recomendación en
éstas fechas es que no se duerma en sus laureles, descanse, disfrute y celebre,
pero que ello no le haga perder el enfoque en sus objetivos personales y
empresariales. Manténgase informado
sobre su mercado, sus consumidores, su competencia. ¡No espere la mitad del año para establecer la
satisfacción de sus clientes! ¡Determine
la efectividad de sus acciones e inversiones de mercadeo para hacerlo mejor la
próxima vez! Aún mejor, evalúe primero
sus plataformas de comunicación para asegurarse que transmiten lo que más
beneficiará a sus marcas y sus consumidores.
Infortunadamente, mi
experiencia ha sido que esa pausa decembrina deja a muchos aletargados por
largo tiempo, y van regresando a la realidad por allí por febrero.
Así que disfrutemos
de la celebración del nacimiento de Jesús, regalemos amor y convivencia,
compartamos con nuestros seres amados, y con aquellos que están necesitando un
poco de nosotros... un abrazo, una sonrisa, una comida caliente o un sencillo juguete,
quizá solo una palabra de aliento. Y agradezcamos
por todo, las Bendiciones, la felicidad, los aprendizajes, aún por lo triste o
desagradable, que al final nos fortalece
y nos hace más humanos.
Pero aún en estado
de "pausa", mantengamos las pilas puestas y no perdamos el enfoque en
nuestras metas, y lo que necesitamos para tomar mejores decisiones.